Carlos Ascues ha sido una de las decepciones más grandes de este año y eso no es cuestionado por casi nadie. Vino del exterior con altas expectativas y no rindió lo esperado.
Desde inicios de año, fue más noticia por sus errores, tanto dentro como fuera de la cancha, que por sus goles o buenas jugadas. Su displicencia y condición física molestó mucho a los hinchas de Alianza.
Recién este sábado se podría decir que mejoró un poco. Anotó un gol contra Llacuabamba y Alianza Lima ganó en el marco de la fecha 16 del torneo local.
Lo particular, sin embargo, fue su celebración. El mediocampista se puso el dedo en la boca como mandando a callar a todos sus críticos por su bajo rendimiento.
Esto obviamente generó cuestionamientos. Giancarlo Granda de GolPerú , por ejemplo, disparó: "Si un gol cambia nuestra opinión respecto a un rendimiento continuo, estamos en un problema".
Así, muchos comentaristas e hinchas criticaron el gesto del Patrón. Hay que decirlo, si la gente hablaba mal de Ascues lo hacía con motivo ¡Polémica innecesaria!
Si un gol cambia nuestra opinión respecto a un rendimiento continuo, estamos en un problema.
La celebración de Carlos Ascues, para mí, es un claro desafío a aquellos que -con mucha razón- lo critican. Se llevó el dedo índice a la boca en señal de silencio y luego usó su mano para realizar el ademán de murmuración. Debería ser más consciente de su pésimo rendimiento.